Hace bastantes años estuve cogiendo aceitunas en el pueblo recuerdo que me pagaban 90 pesetas el jornal nos calentabamos las manos con piedras que metiamos en las brasas de las candelas que se hacian. Los sabañones los tenia en las orejas todo el invierno y todos estos recuerdos lejos de ser nocivos permanecen con cierta nostalgia y cariño tanto es así que un día se me ocurrió , eso sí usando bastante la metáfora, plasmar en unos versos estas vivencias que permanecen frescas despues de tanto tiempo.

Al aceite y aceitunas

Gota de oro cristalina
rayos de sol, son tus entrañas,
de azabaches frutos has nacido
regados con sudor y lágrimas
del campesino luchador, altivo.

Gota que guardas en tu seno
historias de amores y alegrias
cofre de sonrisas nacaradas
abierto en la tarde fría.

Amante generoso del pan de cada día
al que embriagas de tu aroma y tus esencias
fruto de la tierra prometida,
don de la divina providencia.

Ungüento de mil remedios,
con el beso tierno de la abuela,
santo óleo de amor para el que se va,
unción de gozo para aquel que llega.

Eres aceite de oliva , por tu finura y nobleza,
el más insigne invitado de las más ilustres mesas.

Aceitunas perlas negras
que recogen blancas manons,
aceitunas pan de un pueblo
de mi pueblo ¡¡Palenciana!!

Narciso un antiguo aceitunero